PÓH-YÓN ISLAND. (La isla de Póh-Yón, para las personas que no saben inglés)
Categoría
Humor
Sinopsis
Vanessa (sí, con dos eses), es una chica guay que, de la noche a la mañana, decide ser escritora. Borja Beltrán, director de una editorial al borde de la quiebra, ve en la incipiente vocación de la joven y, sobre todo, en el dinero de su riquísimo padre, la salvación a sus problemas económicos. Junto con Bruno, amigo y habitual escritor de la editorial, intentarán convertir el caótico manuscrito de Vanessa en un libro de éxito titulado: Póh-Yón Island.
Etiquetas
Humor, comedia, diálogo, aeropuerto, aventura, personajes.
Precio
14.15€ IVA Incluido
Sobre el libro
Vanessa (sí, con dos eses), es una chica guay que, de la noche a la mañana, decide ser escritora. Borja Beltrán, director de una editorial al borde de la quiebra, ve en la incipiente vocación de la joven y, sobre todo, en el dinero de su riquísimo padre, la salvación a sus problemas económicos. Junto con Bruno, amigo y habitual escritor de la editorial, intentarán convertir el caótico manuscrito de Vanessa en un libro de éxito titulado: Póh-Yón Island.
No será tarea fácil. La surrealista trama ideada por Vanessa se sitúa en el final de la Segunda Guerra Mundial. Bob Alicon júnior -único hijo del magnate Bob Alicon sénior-, se alista en el ejército. Con el fin de no perder a su atolondrado heredero decide organizar su “propia” e inofensiva” guerra en un islote del Mississippi. Para ello contrata a los integrantes de un teatro-cabaret en crisis de Nueva Orleans. Bailarines, músicos, tramoyistas, palmeras de cartón piedra con olor a pintura, tiburones que en realidad son caimanes, jubilados haciendo de enemigos, chinos haciendo de japoneses, un galgo cojo algo enajenado, una iguana que muerde los bajos de los pantalones… Todo un enorme caos dirigido por el sargento Henri y el capitán McHara (ni qué decir tiene que ni uno es sargento ni el otro capitán).
¡Ay, qué no haremos por los hijos, ¿verdad?!
Detalles
Frases más representativas
- «¡Qué gran rentista estamos criando, Marisol!»
- «… su generación tenía la obligación moral de recoger los frutos de ese arduo esfuerzo y era su deber hacerlo bien, como verdaderos profesionales del ocio».
- «⸻¿Qué es incipiente? ⸻preguntó la joven con esa candorosa e inocente naturalidad que solo otorga la ignorancia más absoluta, esa que no tiene límites y que a ella no parecía importarle mostrar. (¡Qué envidiable libertad da ser idiota!: reflexión del autor que, a veces, se emociona con sus personajes)».
- «Necesitaba no pensar durante un tiempo, como hizo durante la carrera universitaria, pero algo más corto».